Nuestro principal problema -la piratería de los “manteros”
y “mochileros”- parece que en 2005 podría entrar
en su recta final. No es que vaya a acabarse de un día para
otro, ni siquiera en los doce meses que tenemos por delante hasta
que alumbre un nuevo año, sino que ya se le está haciendo
frente, con convicción y contundencia, desde las distintas
esferas perjudicadas -administración e industria- a través
de una mayor disponibilidad de medios legislativos y policiales.
Los “manteros”, aunque nos parezca mentira, tienen los
meses contados y, aunque quedarán residuos en años
sucesivos, sobre todo a través del pirata “mochilero”,
pasarán a la historia como pasaron a la historia los temidos
videocomunitarios. Son muchos los frentes en los que se les ha abierto
brecha -la música, el vídeo, el cine, los videojuegos,
los productos de marca…- que están siendo seriamente
perjudicados, ya que pierden mucho dinero que va a parar a redes
mafiosas y a inmigrante ilegales que delinquen con el menor riesgo
posible. La alarma ha sonado cuando las autoridades del Estado han
comprobado que una parte importante de ese dinero se utiliza para
financiar redes terroristas, además de originar cuantiosos
beneficios a otras mafias como las de la prostitución y la
droga. No es de extrañar que esta lacra comenzase hace 5
años, atacando a la industria musical, precisamente desde
las mafias del tabaco. Era un síntoma al que la industria
del cine no prestó la atención necesaria en su momento.
Sin embargo, como decimos, el “mantero” ya está
en el punto de mira de la industria, el Estado, los jueces, fiscales
y de la policía. Lo hemos podido comprobar el pasado mes
de diciembre en las dos capitales de los dos estados que forman
la Península Ibérica. En Madrid, nuestra revista ha
acompañado a la Unidad Central de Seguridad de la Policía
Municipal en varias de sus actuaciones contra los “manteros”
y hemos podido comprobar que la impunidad con la que actuaban en
el pasado se ha acabado. Sigue habiendo muchos “manteros”,
pero se sienten acosados y prueba de ello es que los “mercadillos”
al aire libre donde vendían con total impunidad, están
desapareciendo y que el número de detenciones de delincuentes
y de aprehensiones de material pirata ha crecido considerablemente.
La Unidad es un ejemplo del interés de las autoridades municipales
madrileñas de acabar con esta lacra que ensombrece sus calles,
unidad que es la primera que se crea en España y, al parecer,
en toda Europa. Si cunde el ejemplo en otras ciudades de nuestro
país, los “manteros” lo tendrán cada vez
más crudo. Un equipo de nuestra revista ha viajado con los
agentes madrileños, a lo largo de varios días, y ha
asistido a la preparación, desarrollo y ejecución
de redadas -“safaris” se dice en el argot policial-
que han finalizado con la incautación de numerosas películas,
discos y videojuegos piratas, así como con la detención
de varios vendedores, los cuales fueron puestos inmediatamente a
disposición judicial. Estas actuaciones en España
y otras que ocurren cada vez con mayor frecuencia en Portugal, han
sido puestas de manifiesto en un interesantísimo seminario
que ha tenido lugar en Lisboa y que ha reunido a autoridades administrativas,
jueces, fiscales, policía e industria de ambas naciones.
Allí se han dicho cosas muy interesantes, destacando el deseo
unánime de todos los reunidos, de acabar cuanto antes con
esta lacra que sólo cuenta -todavía- con un importante
aliado: una parte, eso sí, cada vez menor, afortunadamente,
de la opinión pública. Pero esto es para oto día.
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